PATRICK MCDONALD

El dandy de la era moderna, Patrick McDonald, habla del nacimiento de su estilo audaz y el poder transformador de la ropa.

En My Beauty,  los rostros más cautivadores de la moda y la cultura, revelan con sus propias palabras qué significa para ellos el concepto de belleza.

Conocido por décadas como el Dandy de Nueva York, el apuesto e impecable Patrick McDonald ha logrado una exitosa carrera destacando entre la multitud. Alcanzado su estatus en los años setenta con sus llamativos conjuntos, McDonald rápidamente pasó de ser habitual de Studio 54 por ser un influyente ícono de estilo - convirtiéndose en uno de los hombres más fotografiados por el fotógrafo de New York Times, Bill Cunningham. Mudándose recientemente a Palm Springs en California, McDonald está poniéndo en práctica sus conocimientos de la moda al ser dueño y operar una boutique tipo museo junto con su hermano gemelo Michael McDonald. El ahora elegante "Dandy del Desierto" habla de trajes de terciopelo, el uso de maquillaje y su admiración por David Bowie.

"Veo la belleza en cualquier lugar, así vivo mi vida. La belleza es agradable a los ojos y a los sentidos. Puede ser cualquier cosa - desde una flor o una persona, hasta un artículo de ropa, trato de encontrar la belleza en cualquier cosa.

"Me di cuenta del poder transformador de la ropa desde muy pequeño. Me vestía como un pequeño Lord Fauntleroy, con pequeños pantalones de terciopelo. Uno de mis primeros juguetes fue un magnífico broche en forma de un pequeño pájaro, lo puse en mi chaqueta y lo usaba siempre. Cuando mi madre me llevaba de compras, yo escogía mi ropa. Comprábamos en un almacén de lujo llamado I. Magnin & Co - siempre me atraían las telas interesantes, ricas en textura, color y estampado. Quería objetos hermosos como abrigos de terciopelo sin importarme si eran para niñas. Mi estilo creció a partir de ahí y ¡se volvió incontrolable!

"Desde pequeños mi hermano gemelo tuvo un estilo similar, pero era más conservador. Fuimos a Londres con mi madre en los años sesenta, y me encantaron los increíbles trajes en telas opulentas y locos estampados. Recuerdo que fuimos a la tienda Biba y me fascinó. Todavía me encanta. Aún me inspiro en Biba, Ossie Clark y esa era en general, siento gran afinidad con el estilo de los años sesenta.

"La gente llama a mi estilo 'dandy' pero yo lo llamo mi ADN. Viene de mi interior, es un reflejo de cómo vivo mi vida".

"La gente llama a mi estilo 'dandy' pero yo lo llamo mi ADN. Viene de mi interior, es un reflejo de cómo vivo mi vida. Mi estilo es producto de lo que hago: buscar la felicidad, la alegría y el placer. Amo experimentar y mezclar patrones y colores inusuales. Tengo una pequeña frase que lo dice todo: "Me gusta mezclar esto con aquello".

"Algunas personas dicen sentirse intimidadas por mi apariencia, tal vez porque lo que me pongo me da seguridad. Creo que lo más importante sobre cómo me visto es que atrae al tipo de gente de la que quiero rodearme, con gustos similares. Y aleja a los demás. Así que es para protegerme también, como una armadura que me escuda de gente y cosas que prefiero no ver".

"No hay ninguna duda de que tanto en el instituto, como en la universidad estuve cautivado por David Bowie. La forma en que usaba el maquillaje y lucía tan natural fue una inspiración para mí - me di cuenta de que el maquillaje no sólo era para mujeres y comencé a experimentar con él. Me encantaba la ropa que vestía, especialmente los looks que Issey Miyake creaba para él, y su androginia - la mezcla tan natural de lo femenino con lo masculino que él retrataba es algo que agregué a mi estilo. Pensé que si él podía hacerlo yo también, así que en la década de los setenta me ponía las plataformas y los pantalones acampanados más grandes que encontraba. Fred Astaire también me inspiró porque me encantaba que tanto en la pantalla como en la vida real se vestía impecablemente. Siempre fue una persona apuesta y fabulosa".

"Mi abuelo también fue una gran inspiración en mi estilo. Nunca lo conocí pero vi muchas fotos y siempre pensé que ¡era sensacional! Se llamaba Eric Cesar Wickenden, él fue uno de los primeros hombres en tener una tienda de camisas exclusiva para hombres en California. Siempre usaba unos trajes muy bonitos - todos sus looks eran completos, desde su sombrero, hasta sus zapatos".

Después de vivir en Nueva York durante muchas décadas, finalmente me mudé a Palm Springs, California, donde tengo una tienda de ropa para caballeros con mi hermano gemelo. Se llama No. 6 y vende todas las cosas que nos gustan. En mi corazón Nueva York siempre será mi hogar. Palm Springs me da la sensación de que está un poco en medio, pero creo que tarde o temprano haré de San Francisco mi tierra. Mi forma de vestir podrá cambiar por el clima, pero nunca cambiaré mi estilo".